
El capitulo 3 es de los que más me ha costado ver, por la dureza de sus imágenes. Sé que es un drama y los tucos los aman a muerte, pero ver a Reyyan destrozada y aun así ser ultrajada de esa manera… no solo por el que creía que era su marido, también por su familia. Uy, Nasuh, uy. No es plato de buen gusto ver como tratan así a una mujer y ver que nadie hace nada por ayudarla por que son sus costumbres…

Miran está desesperado porque su venganza no ha salido como esperaba. Su corazón no ha encontrado la paz que pensaba que le daría vengarse. Su misión era abandonar a Reyyan después de la boda y con ello deshonrar a los Şadoglu. Pero no contaba con enamorarse de la hija de su mayor enemigo. Y ahora la ha perdido para siempre. Bueno, siempre es una palabra muy fuerte para un amor así.

«ESTOY ATRAPADO EN UN LUGAR DONDE NO PUEDO ESCAPAR, NI QUEDARME. NO SÉ SI RENDIRME O SEGUIR ADELANTE.»
Hz. Mevlana